Look (XIII?) Bellagio

Lo más simple, el gran clásico; siempre un acierto. Queda bien siempre, y aunque se puede jugar con distintas sombras "base", el resultado es siempre elegante y natural dentro de su dramatismo. Un básico para cualquier ocasión es el trazo del eyeliner, pero existen diferentes maneras de conseguir que destaque aún más. Fácil, sencillo y rápido. Necesitaremos: dos sombras topo, marrón o rosas -una más oscura y otra más clara-, un lápiz blanco y el clásico eyeliner (y mucha máscara de pestañas!!) 

En primer lugar -tras aplicar una buena prebase-, cubrimos todo el párpado móvil y superior con la sombra más clarita. Marcamos la banana con una sombra más oscura (importante que el tono sea acorde a la anterior), pero no demasiado oscura. Lo importante es un resultado natural. Insistid muy bien en los cortes, y difuminad bien la esquina externa. Podemos ayudarnos con una sombra clarita: vainilla mate o nude, para suavizar todos los contornos e iluminar el lagrimal. El trazado del eyeliner debe ser cuidadoso y delicado, y como consejo os diré empezad desde fuera hacia dentro, para controlar perfectamente ese rabillo y la longitud del delineado sobre el párpado. Si queréis un resultado natural, quedaros hacia la mitad, nunca lleguéis a la parte más interna del ojo; así, "el inicio" del delineado queda oculto por la propia densidad de las pestañas. Por último, para despertar la mirada drásticamente, maquillad la waterline con un kajal blanco. Abrirá la mirada y contrastará con el delineado negro y la máscara de pestañas. 

Para encontrar la forma del delineado que va perfecto con la forma de vuestros ojos, sólo os puedo aconsejar que probéis y probéis, hasta que encontréis lo que mejor va con vosotras. 

En MAC hay veces que se portan bien y te dan algún goupillón nuevo, que sirve para peinar las pestañas estupendamente y conseguir una mejor definición. En este look lo usé antes para peinarlas, y después ligeramente para evitar que se apegotonaran. 

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